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5 razones científicas por las que bajar de peso es más difícil con la edad

Descubrí por qué adelgazar se vuelve más desafiante al envejecer, según estudios científicos, y aprendé estrategias efectivas para alcanzar tus metas de peso.

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta cambios fisiológicos que pueden dificultar la pérdida de peso. Investigaciones de la Universidad de Tufts revelan que el metabolismo basal, es decir, la cantidad de calorías que quemamos en reposo, disminuye un 1-2% por década a partir de los 20 años. Esto significa que, con el tiempo, necesitamos menos calorías para mantener nuestro peso, lo que dificulta crear un déficit calórico necesario para adelgazar.

Pero la disminución del metabolismo basal no es el único factor. Estudios de la Universidad de Harvard demuestran que la pérdida de masa muscular asociada con la edad, conocida como sarcopenia, también juega un papel crucial. El músculo es un tejido metabólicamente activo, por lo que a medida que perdemos músculo, nuestro metabolismo se ralentiza aún más.

Además de los cambios metabólicos, las fluctuaciones hormonales también presentan desafíos. La menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres pueden alterar la composición corporal, aumentar la resistencia a la insulina y dificultar la pérdida de grasa.


Estrategias para superar los obstáculos:

  1. Priorizá el ejercicio de fuerza: Estudios de la Universidad McMaster demuestran que el entrenamiento de fuerza es fundamental para contrarrestar la pérdida de masa muscular y aumentar el metabolismo. Levantar pesas, hacer ejercicios con bandas de resistencia o practicar yoga son excelentes opciones.

  2. Aumentá tu consumo de proteínas: Investigaciones de la Universidad de Missouri sugieren que una dieta rica en proteínas puede ayudar a preservar la masa muscular y aumentar la saciedad, lo que puede llevar a una menor ingesta de calorías.

  3. Controlá los carbohidratos: Estudios de la Universidad de Sydney revelan que una dieta baja en carbohidratos refinados y alta en fibra puede mejorar la sensibilidad a la insulina y facilitar la pérdida de peso.

  4. Mantenete activo: La actividad física regular, incluso caminatas diarias, puede ayudar a contrarrestar la ralentización del metabolismo y mejorar la salud en general.

  5. Consultá a un profesional: Un nutricionista o un entrenador personal pueden ayudarte a diseñar un plan de alimentación y ejercicio personalizado, adaptado a tus necesidades y objetivos.


Aunque bajar de peso puede ser más desafiante con la edad, no es imposible. Comprender los cambios fisiológicos que ocurren en nuestro cuerpo y adoptar estrategias basadas en evidencia científica puede marcar la diferencia en nuestro camino hacia un peso saludable y una mejor calidad de vida.

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