Lo que parece casi un hecho mecánico, como es cepillarte los dientes puede ser el culpable de diversos problemas si lo hacés mal. Cinco tips anti- error.
Pocas personas tienen el hábito de cepillar sus dientes antes y después de cada comida. Sin embargo el mínimo debería ser de dos a tres veces por día, ya que la acumulación de vestigios entre los dientes, y el mal cepillado puede derivar en diversos problemas. Tomá nota de los siguientes tips, y cambiá de hábito.
1. Optá por un cepillo dental de cerdas suaves, de preferencia con formas redondeadas en las puntas de las mismas. La cabeza por su lado es importante que sea lo suficientemente pequeña como para alcanzar todas las zonas de los dientes y boca. Algo fundamental que pocos hacen: reemplazá tu cepillo cada tres meses, ya que al desgastarse deja de ser efectivo.
2. A la hora del cepillado el cepillo debe tratar de colocarse a 45 grados, exactamente donde los dientes se encuentran con las encías. De ahí en más hay que presionar con firmeza, moviendo el cepillo de arriba hacia abajo, optando por movimientos circulares, sin exagerar, ya que un cepillado muy forzado puede separar las encías de los dientes y hasta rayar su esmalte.
3. Higienizá toda la superficie de los dientes, lengua y mejillas. Poné especial atención al frente de los dientes y a toda la superficie de las muelas.
4. Cepillá muy bien tu lengua de atrás para adelante. Hacerlo ayuda a prevenir la placa bacteriana que es la causante del mal aliento. Algunos cepillos ya tienen cerdas o material específico para usarse sobre esta zona.
5. Optá por hilo dental al menos una vez al día. El tipo de marca que elijas no es importante, pero sí que saques los sobrantes de comida.
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