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Dolor de rodilla: Un estudio revela cómo los mayores de 50 con problemas pueden prevenirlo


La investigación recomienda el camino a seguir para prevenir los dolores causados por la osteoartritis.


Un nuevo estudio sugiere que caminar podría prevenir el dolor de rodilla en personas con osteoartritis. Los investigadores encuestaron a más de 1000 personas de 50 años o más con osteoartritis de rodilla, el tipo de artritis más común en los Estados Unidos. Algunos tenían dolor persistente al principio, mientras que otros no. Después de cuatro años, aquellos que comenzaron sin dolor frecuente y caminaban para hacer ejercicio al menos 10 veces, tenían menos probabilidades de experimentar episodios nuevos y regulares de rigidez o dolores alrededor de las rodillas y reportaban menor daño estructural. El estudio indicó que las personas con osteoartritis de rodilla que tienen las piernas arqueadas podrían beneficiarse particularmente al caminar.


La investigación ofrece una solución fácil y gratuita para combatir uno de los culpables más comunes del dolor de rodilla entre los adultos mayores.


Los hallazgos representan “un cambio de paradigma”, dijo la Dra. Grace Hsiao-Wei Lo, profesora asistente en el Baylor College of Medicine en Houston y autora principal del estudio. “La gente siempre está buscando algún tipo de medicamentos. Esto destaca la importancia y la probabilidad de que las intervenciones para la osteoartritis puedan ser tratadas de manera diferente como el buen ejercicio tradicional. La investigación también sugiere que el ejercicio podría ayudar a controlar la osteoartritis en otras articulaciones como las de la cadera, las manos y los pies”, añade la especialista.


La osteoartritis, a veces denominada artritis por “uso y desgaste”, afecta a más de 32,5 millones de adultos en los EE. UU. y ocurre cuando el cartílago articular se rompe y el hueso subyacente comienza a cambiar, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El riesgo de desarrollar la afección aumenta con la edad, y alrededor de un tercio de las personas mayores de 60 años tienen osteoartritis de rodilla, dijo la doctora Lo. Y asegura que muchos pacientes toman medicamentos como ibuprofeno o naproxeno para tratar el dolor, que en grandes dosis pueden provocar problemas renales y úlceras.


En cambio, es posible que puedan recurrir al ejercicio. Durante décadas, los expertos en salud consideraron que caminar era principalmente una forma de mejorar la salud cardiovascular, dijo la Dra. Elaine Husni, reumatóloga de la Clínica Cleveland que no participó en el estudio. Sin embargo, en los últimos años, los médicos han buscado ejercicios de bajo impacto para tratar afecciones como la depresión , el deterioro cognitivo y la osteoartritis leve.


Pero el nuevo estudio muestra que caminar también puede actuar como una medida preventiva, dijo Lo, y sugiere que las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar la afección tal vez deseen incorporar una caminata regular a su rutina. Por ejemplo, la propia Dra. Lo dijo que, en base a sus investigaciones, debería caminar más, ya que su madre tiene osteoartritis.


El estudio comenzó en 2004 y documentó el dolor de rodilla inicial de los participantes mediante radiografías para evaluar su osteoartritis. Luego, los investigadores pidieron a los participantes que documentaran sus hábitos de ejercicio y revisaron sus síntomas en las visitas regulares de seguimiento, indagando con qué frecuencia les dolían las rodillas.


Después de cuatro años, el 37 por ciento de los participantes del estudio que no caminaron como forma de hacer ejercicio (sin incluir el viaje ocasional al tren o al supermercado) desarrollaron un dolor de rodilla nuevo y frecuente, en comparación con el 26 por ciento que sí lo hicieron.


Por supuesto, los investigadores no pueden decir fehacientemente que caminar evitó el dolor de rodilla y que disminuyó el dolor existente. Las autoevaluaciones pueden ser menos precisas que los monitores de fitness o contadores de pasos. Y los profesionales no monitorearon la distancia o la frecuencia con la que caminaban las personas, ni recomendaron estrategias sobre cómo y cuándo las personas con osteoartritis debían incorporar la caminata en sus rutinas de ejercicio.


Aún así, los resultados refuerzan lo que los médicos ya saben sobre cómo manejar la osteoartritis. El movimiento constante puede ayudar a crear masa muscular, fortaleciendo los ligamentos alrededor de las articulaciones que tienen osteoartritis, dijo la doctora Husni. Y añadió que caminar es un ejercicio de baja intensidad y bajo impacto que permite a las personas mantener la fuerza y la flexibilidad que son fundamentales para unas articulaciones sanas.





Sin embargo, aquellos que ya tienen dolor deben tener cuidado de no hacer demasiado ejercicio, dijo el Dr. Justen Elbayar, especialista en medicina deportiva en el departamento de cirugía ortopédica de NYU Langone Health, que tampoco participó en el estudio. Caminar largas distancias podría exacerbar los dolores en algunos pacientes con artritis severa, dijo, pero para aquellos con menor cantidad de artritis, “es uno de los mejores ejercicios que se puede hacer”.


Recomienda que las personas comiencen con una caminata pequeña y corta, aumentando gradualmente la distancia con el tiempo. El objetivo del ejercicio es brindar apoyo muscular a una rodilla artrítica y permitir que las articulaciones, los tendones y los tejidos se acostumbren a caminar.


También sugirió usar zapatos de apoyo, beber mucha agua durante una caminata y descansar con frecuencia si está cansado o es principiante. Después de una caminata larga, poner hielo en la rodilla también podría ayudar a aliviar el malestar, agregó.


Si bien un paseo por la calle no puede reparar el cartílago ni remediar el dolor existente, este ejercicio ofrece una opción convincente y accesible para evitar los aspectos más intrusivos de la osteoartritis, dijo la Dra Lo. Después de todo, agregó, “caminar no cuesta un centavo”.

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