En el Día Mundial de la Hipertensión, un llamado a la acción para prevenir y controlar esta enfermedad que ya alcanza a un tercio de los adultos en Argentina y avanza en la población infantil.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión, celebrado el 17 de mayo, surge una preocupación creciente por el aumento de casos tanto en adultos como en la población infantil. En Argentina, aproximadamente uno de cada tres adultos sufre de hipertensión arterial, y en los últimos años, se ha observado un incremento significativo de casos en los niños, atribuido principalmente al sedentarismo y la obesidad.
La hipertensión arterial, una enfermedad crónica caracterizada por el aumento sostenido de la presión arterial, puede causar daños graves si no se trata adecuadamente. Se considera que una persona tiene hipertensión cuando su presión arterial es igual o superior a 140/90 mmHg.
Existen varios factores de riesgo asociados con la hipertensión, como antecedentes familiares, sobrepeso, falta de actividad física, dieta poco saludable, consumo de tabaco y alcohol, estrés y antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, la buena noticia es que la hipertensión arterial puede prevenirse y controlarse mediante cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos. Medidas como mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta equilibrada, reducir el consumo de sodio y alcohol, dejar de fumar, controlar el estrés y visitar al médico regularmente son cruciales para prevenir y controlar esta enfermedad.
Dado que la hipertensión suele ser asintomática, es fundamental realizar chequeos periódicos de la presión arterial para detectarla a tiempo y evitar complicaciones. Con conciencia y acción temprana, es posible prevenir y controlar esta condición que afecta a tantas personas en todo el mundo.
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