Los problemas de fertilidad se presentan cada vez con más frecuencia en la población, cada cuatro parejas en los países en desarrollo pueden estar afectadas.
El 4 de junio es el Día Mundial de la Fertilidad, esta fecha busca llamar la atención sobre los problemas de fertilidad, que se presentan cada vez con más frecuencia en la población, así como sobre la necesidad de identificar el momento indicado para consultar a un especialista.
A su vez, se ha definido junio como el mes internacional del cuidado de la fertilidad.
La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud que afecta a aquellas parejas que no consiguen concebir naturalmente tras un año de relaciones sexuales frecuentes sin utilizar métodos anticonceptivos.
Los problemas de esterilidad afectan a alrededor de un 15% de las parejas en edad reproductiva en todo el mundo. Este porcentaje está aumentando en los últimos años. Es cierto que la esterilidad ha existido siempre, pero actualmente con el retraso de la maternidad, los nuevos estilos de vida, casos sin pareja masculina y nuevos modelos familiares, han incrementado las causas de una infertilidad que bien puede atender a motivos médicos o sociales.
La reproducción asistida es la solución para muchas parejas que se ven afectadas por esta patología o para personas que desean planificar el momento de su maternidad. Son muchos los tratamientos existentes y adaptarlos a cada caso permite una mayor tasa de éxito.
Los avances científicos
Se están produciendo importantes avances en la lucha contra esta enfermedad. Muchos de estos descubrimientos han permitido ser madres a mujeres que hace solo unos años lo hubieran tenido más difícil. Algunos de los más importantes son:
Conocimiento de las causas de la esterilidad idiopática, aquella que se produce cuando aparentemente todo funciona bien pero no se logra el embarazo.
Soluciones respecto a problemas de índole inmunológico y hematológico, como las trombofilias.
Progresos en la mejora de la receptividad a través de la cirugía uterina.
Mayor conocimiento de la importancia de los nutrientes en la calidad de los gametos.
Intervención de problemas endocrinos.
Determinación de pautas de estimulación más exitosas en casos de asincronía o inmadurez ovocitaria.
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